La Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, lanza la campaña ¡Los restos de comida al marrón!, la cual está llegando a los municipios que forman parte de la Mancomunidad.
Esta campaña tiene el objetivo de informar y sensibilizar a la ciudadanía castellano-manchega en el correcto uso del nuevo contenedor marrón, que se está implantando progresivamente en los municipios de Castilla-La Mancha.
En este nuevo contenedor marrón, se debe depositar únicamente los desechos orgánicos generados en los hogares, así como los restos de poda de jardinería domiciliaria (biorresiduos).
Los residuos domésticos de origen animal y vegetal, representan aproximadamente el 40% del total de residuos que generamos en casa. En el contenedor marrón se pueden depositar todos los residuos domésticos de materia orgánica como peladuras de alimentos, restos de comida cocinada, cáscaras de huevo, huesos y espinas, pan duro, posos de café, papel de cocina, flores y bolsitas de infusión, entre otros.
Esta nueva recogida selectiva de los residuos orgánicos es una prioridad medioambiental, con el fin de cumplir los objetivos de la normativa europea y nacional en materia de residuos y fomentar la transición hacia una economía circular.
Separar correctamente los biorresiduos nos permite reducir enormemente la cantidad de residuos que acaban depositados en vertedero, con los beneficios ambientales que eso conlleva: recuperación y aprovechamiento para su uso como fertilizante, reducción de gases de efecto invernadero, etc. Además, separando previamente los residuos orgánicos se facilita la gestión de otros residuos y se mejora la recuperación de materiales aprovechables (plásticos, metales, papel, cartón).
La materia orgánica pasa por un proceso a través del cual acaba convertida en compost, un excelente abono para su uso en agricultura, parques y jardines. De esta manera, cerramos el ciclo de la orgánica, y devolvemos al medio los recursos que previamente hemos extraído.